“Visualidades en construcción, convocatorias sistemáticamente interesantes y salones o competiciones del show” por Ender Rodríguez

PRESENTADO COMO PONENCIA EN BIENAL INTERNACIONAL DE ARTE DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
– ULA –MÉRIDA / 2014
(Fragmentos para nodoccs.blog, Texto completo AQUI)

 

Palabras más, consonantes menos; diferencias más, particularidades menos; se plantea en este trabajo una visión crítica por cuanto que, como país, seguimos siendo, lamentablemente, una nación basada mayormente en la ―cultura del espectáculo‖, de lo eventual o ―del show‖ (aún cuando existen ciertos avances y aportaciones en diversos campos del arte y cultura durante años).

Somos el país de la segmentación, la atomización, somos lo fragmentado, y sobre todo la nación del espectáculo, el evento pre-fabricado.

Generalizando, se podría decir que:

  1. Nuestras Escuelas de Arte están en muy malas condiciones; algunas se caen, otras no se han creado, muchas ―funcionan pero no funcionan‖, otras existen pero no poseen recursos o se han quedado ―casi soldadas‖ al siglo pasado, unas cuantas hacen lo mejor que pueden con todo el compromiso posible.
  2. Estamos ausentes de una praxis activadora de la creatividad y del diálogo de saberes; sobre todo con una visión sistémica, transversal y totalizadora desde nuestro nacimiento y la educación inicial hasta lo post-universitario (sin contar lo que continúa como educación o des-educación de la vida misma). Todo está desconectado orgánicamente hablando. Todos los elementos parecen ser ―trozos de cosas‖ que van y vienen al mar por razones humanas, por efecto del aire, la lluvia o el sol. A pesar de sus pequeños avances el sistema educativo se aproxima cada vez más y de forma temeraria a lo memorísticamente aburrido, a lo masivo y carcelario, a lo dogmático y ―fuera de tiempo‖, a lo lejano e inexpresivo, a lo que

    domestica y se desconecta de los contextos del ser humano y del ser social y un etc, etc, etc. Sobre visiones contestatarias e irreverentes tendríamos que escuchar a personajes como Paulo Freire y su educación no bancaria y liberadora; a Ivan Illich y su ―mundo sin escuelas‖ o la ―sociedad desescolarizada‖; a Neill Sutherland y sus experimentos; entre muchos otros y otras. Habría que sumara grandes pensadores y mujeres ―educadoras que se educaban a sí mismas‖ para generar una transformación del mañana. La misma universidad debería desconectarse progresivamente de frías academias, vicios y costumbres demasiado institucionalizadas, para conectarse a una realidad más allá de ―las aulas como jaulas‖.

  3. La seguridad social del trabajador cultural y el artista, todavía está muy en veremos. La burocracia cultural crece como crecen los cientos de vice-ministerios y los muchos ministerios que a su vez, como jaurías devoran sin piedad nuestro ―oro negro‖ excremental (Pérez Alfonso).

  4. No sólo se trata de establecer las exigencias o recomendaciones de la UNESCO según las cuales, por ejemplo, en Venezuela deben existir según porcentaje poblacional una cantidad de centros educativos para las artes y la cultura (Escuelas, Liceos, Universidades u otros); que hoy día, sería un sueño que existiesen. Apenas subsisten aproximadamente 5 universidades con carreras relacionadas con el arte en el país.

  5. En definitiva, tampoco se trata de crear más y más instituciones ―educativas‖ con mejores financiamientos; hablamos es de transformar radicalmente toda la manera de funcionar, relacionarnos, re-crear y fortalecer visualidades o re-pensar el todo desde una ―nueva cultura de ser‖ como sociedad. Es decir, se trata de re-hacer el país sin dogmatismos, ni competiciones carnestolendas, ni safaris para buscar vedettes del arte.

Volviendo al tema de los salones y concursos de arte actuales, hay que devolvernos igualmente más de setenta años atrás.

La primera edición del Salón Oficial Anual de Arte Venezolano  se realizó en 1940 en el Museo de Bellas Artes de Caracas. En 1934, según Josune Dorronsoro cuando comenta ―el Ateneo de Caracas abre su primer Salón de Fotografía en la ciudad‖  LINK

Salvando distancias polvorientas, esfuerzos, sudores, ganas de figurar, esperanzas de jóvenes creadores y creadoras y demás; igualmente se podría decir que hoy día, se han mantenido ciertas estructuras de eventos o maneras de convocar a premiaciones y competiciones para llegar a dar un incentivo al ―ganador‖, ―ganadora‖ o a ―elegidos-elegidas‖.

La crítica del autor de esta ponencia ante la cuestión de las competiciones, salones o concursos de arte de este país, en general, se basa en revelar la superficialidad y la ausencia de una reflexión dialógica compartida o socializada que ni crece ni se da jamás. No existe enriquecimiento en lo procesual, en la re-creación o construcción cultural, no hay encuentro ―cara a cara‖; sólo hay espectáculo y legitimación de la institución del momento. Más allá de la simple crítica a un personaje equis, sea ministro, galerista, crítico, mercader o supuesto ―gurú del arte‖; se trata de una construcción que va más allá del envío superficial por correo o en persona del ―objeto estético‖ hasta esperar una superficial llamada, imail, o aviso por prensa, radio o televisión sobre si ―ganó o perdió‖ el ―certamen millonario‖.

Olav Velthuisen su texto ―El mercado de arte contemporáneo entre el estancamiento y el caos‖ plantea muy asertivamente entre otras cosas, que:

―…El arte contemporáneo ha asumido el papel desempeñado por la música pop como un sitio en torno al cual se desarrollan culturas de fans y mundos de celebridad.

Como escribió Lucia van der Post en el Financial Times: ―Hoy el arte y los artistas están atrayendo a los fans, la adulación, la atención y los balances bancarios que otrora fueron el terreno de las estrellas de rock.‖32 Los artistas ―que están en el candelero‖, así como sus marchantes, se han vuelto un puntal de las revistas de estilo de vida* y han cultivado activamente un aura de celebridad en torno a sí mismos mediante las declaraciones provocadoras que hacen, las extraordinarias ropas que visten, o su conducta extrema…‖

Uno plantearía muy modestamente pero con dignidad que no se creen o se sigan manteniendo esas ―especies de competiciones con rasgos de inminente superficialidad‖, o en todo caso que se REESTRUCTUREN TRANSFORMÁNDOSE RADICALMENTE; y que por el contrario SE DEBEN CREAR en cada estado y por regiones de nuestra nación diversas convocatorias abiertas de investigación sistemáticamente ampliadas en arte, crítica, formación, prácticas continuadas y con importante cantidad de artistas seleccionados y seleccionadas por provincia / estados en meses de trabajo, de forma presencial y virtual y que desembocaran en valiosos financiamientos, becas de apoyo, diplomados, curadurías u otras investigaciones a partir de individualidades, colectivos, escuelas y universidades en arte por toda nuestra casa-ciudad.

Sobre la necesidad de que la práctica artística aporte al campo investigativo y que se logre conectar aún más, la reflexión con la acción estética Henk Borgdorff, de la Ámsterdam School of the Arts, nos plantea que:

―…La práctica artística puede ser calificada como investigación si su propósito es aumentar nuestro conocimiento y comprensión, llevando a cabo una investigación original en y a través de objetos artísticos y procesos creativos (Tomado de: El-Debate-Sobre-La-Investigacion-en-Las-Artes) ‖

El autor de la cita arriba mencionada, diferencia entre investigación ―en, dentro y sobre las artes‖ además de plantear retos, dudas e inquietudes, propias para el avance reflexivo dentro y fuera del propio campo del arte.

Texto completo AQUI

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Obra enviada por el autor (ER) al ―Salón Aragua 2009‖ con intención de molestar / 1 metro x 80 cm, impresión en banner – montada sobre madera (Rechazada).

Por Ender Rodríguez